En ocasiones he visto como a comerciantes con sus comercios dando vida a los barrios de nuestras ciudades, no les sienta muy bien que se refieran a su comercio como «pequeño comercio», algunos prefieren el término «comercio de proximidad» o «comercio de barrio». Por su puesto, respeto el punto de vista de estos comerciantes, faltaría más, pero he de decir que yo lo veo de otra manera. En este artículo quiero expresar mi opinión más personal, y para ello voy a desglosar cada uno de estos términos tal y como los veo.
Comercio de proximidad
Para mí el comercio de proximidad hace referencia a un comercio que está próximo y solo y exclusivamente indica esto, que está cerca (ojo, que no es lo mismo que ser un comercio cercano). Es cierto que el pequeño comercio se caracteriza por estar próximo, pero no son los únicos. Grandes marcas de franquicias y supermercados también se sitúan cerca. Esto ocurre porque en mercados maduros como el nuestro, las grandes cadenas están, prácticamente «obligadas» a revisar sus formatos comerciales para buscar mayor presencia, estar más próximos y ajustar su oferta a cada tipo de comprador. Un ejemplo es el caso de Carrefour, que derivó su política de expansión a un formato de proximidad no hace mucho tiempo.
Por lo tanto cuando oigo el término comercio de proximidad, desde mi punto de vista, no se distingue entra la ferretería de la esquina y las grandes franquicias, cuyas referencias han sido de grandes superficies y ahora enfocan su estrategia en pequeños locales, adaptado así su oferta a las nuevas exigencias del consumidor.
Comercio de Barrio
Esta definición me gusta algo más, creo que tiene bastante de pequeño comercio (como lo entiendo yo) pero también creo que tiene algo de comercio de proximidad (entendido como he explicado en el punto anterior). Digamos que sería como un 80% de pequeño comercio y un 20% de comercio de proximidad. Por eso, es un término que a veces uso en el blog, en comunicaciones que diseño para dinamizar el pequeño comercio e incluso en contenidos publicados en Facebook, Twitter, Google+, Pinterest o Instagram, ya sabes, las redes donde Locomunico tiene más actividad.
Pequeño comercio
El término que más me gusta sin lugar a dudas. Para mí, son dos palabras que contienen mucho más de lo que realmente son por separado. ¿Conoces esa famosa frase de Aristóteles que dices: «El todo es más que la suma de sus partes»? Pues eso es lo que me pasa cuando escribo, leo o menciono las palabras «pequeño comercio», que las veo como un todo y no soy capaz analizarlas por separado. Para mí, Pequeño + Comercio es igual a: cercanía (que no es lo mismo que esté cerca o próximo), un lugar donde saben quien soy y conocen la vida y la historia del barrio. Un sitio donde no despachan, si no que atienden, y que con el tiempo conocen tus gustos. Un espacio que forma parte de la vida del barrio y de su gente.
Además, teniendo en cuenta que comercio se denomina a «toda negociación que involucra la compra, venta o intercambio de productos, bienes o servicios», no distingo entre tiendas, bares, restaurantes, autoescuelas, escuelas de baile, fruterías, mercerías, etc. Incluso comercios que por su buenas prácticas han tenido éxito y tienen más de un local, para mí, si reflejan lo mencionado en el párrafo anterior, son pequeños comercios.
Esta percepción, este pensamiento, es el que me hace entender que el pequeño comercio en realidad es Grande.
Así que, querido comerciante, olvida que pequeño es un adjetivo que precede al nombre de tu actividad económica. De todas formas, ten en cuenta que muchos pensamos que en comercio, mejor tener delante el adjetivo pequeño que el de gran.
